Jesús acaba de tener un hijo, Marc, un llorón que no les deja dormir mucho por las noches. Por suerte, en la agencia de publicidad donde trabaja, tienen un programa por el cual todos sus empleados pueden trabajar desde su casa siempre que quieran, solamente están obligados a asistir a las reuniones en la sede de la empresa.

 

Esta mañana, aprovechando que Marc duerme, decide llamar a un cliente de Inglaterra para acabar de cerrar una campaña pendiente.

 

Coge su Smartphone personal y directamente marca el teléfono del cliente.

 

John contesta desde Londres, ya que en su dispositivo le aparece el número de la agencia de Jesús, en lugar del número de su teléfono personal. A Jesús no le gusta tener que explicar a su cliente que está trabajando desde su casa.

 

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